La Menstruación: Entre Estigmas y Sabidurías Ancestrales
- Abigail Canales Ibarra
- 27 nov 2024
- 3 Min. de lectura

Tenía apenas 10 años cuando viví mi menarca (primera menstruación). La sorpresa al ver sangre entre mis piernas fue aterradora. ¿Qué estaba pasando? La sangre tiene un impacto profundo, especialmente para una niña. Aquel día no “me hice mujer”; seguía siendo una niña iniciando su menstruación.
Mi mamá, amorosa y compasiva, me abrazó y me explicó que era un proceso natural. Agradezco profundamente que mi primer acercamiento fuera con ella. Su ternura hizo más llevadero comprender algo tan complejo, una responsabilidad marcada por prejuicios sociales sobre la feminidad y la capacidad de gestar, conceptos difíciles de entender a los 10 años.
Hoy pienso: ¡qué privilegio! Pero al platicar con activistas de la menstruación en Nepal, Nigeria e India, comprendí que este privilegio no es universal. Muchas niñas y mujeres viven realidades donde la menstruación es un tema lleno de estigmas y barreras. En pleno siglo XXI, y a las puertas del 2025, estas situaciones afectan a millones de personas menstruantes.
Nepal y el Chhaupadi: En Nepal, muchas mujeres y niñas son obligadas a aislarse en pequeñas chozas o cobertizos durante su menstruación, una práctica conocida como "Chhaupadi". Estas condiciones las exponen a violencia, ataques de animales, climas extremos e infecciones. En este periodo, no pueden asistir a la escuela ni realizar actividades cotidianas como cocinar o trabajar.
India: Estigmas y Abandono Escolar: En India, el 23% de las niñas abandona la escuela al iniciar su menstruación, según UNICEF. La falta de baños adecuados y productos menstruales asequibles limita su participación en la educación y la sociedad. La menstruación sigue cargada de estigmas que afectan la movilidad y las oportunidades laborales de las mujeres.
África Subsahariana: Pobreza Menstrua:lEn países como Uganda, Kenia y Nigeria, muchas niñas utilizan materiales improvisados como trapos o hierbas, exponiéndose a infecciones y vergüenza. La pobreza menstrual impide el acceso a productos básicos, afectando su salud y educación.
Latinoamérica, Medio Oriente y Afganistán: El estigma menstrual está presente en muchas comunidades rurales y culturas conservadoras. La desinformación, mitos y falta de recursos agravan las desigualdades.
No siempre fue así. En muchas culturas indígenas, la menstruación era vista como un proceso sagrado y natural. Estas perspectivas positivas contrastan con las narrativas coloniales que la asociaron con impureza. Algunos ejemplos de cómo las comunidades indígenas honraban la menstruación incluyen:
Cabañas de la Luna (Moon Lodges): En tribus como los Navajo y Lakota, las mujeres menstruantes se retiraban a espacios sagrados para reflexionar y conectarse espiritualmente. Se creía que estaban en un estado de poder elevado durante este periodo.
Celebraciones de la Menarquía: En el pueblo Apache, la primera menstruación se celebraba con la “Ceremonia del Amanecer”, un rito que incluía danzas y rituales que destacaban el poder creador de la mujer.
Conexión con la Naturaleza: Para los mayas, la menstruación reflejaba los ciclos de la luna y la fertilidad de la Tierra. En algunas culturas, la sangre menstrual era usada como ofrenda o fertilizante, simbolizando renovación y vida.
Protección Espiritual: En comunidades como los aborígenes australianos, se creía que las mujeres menstruantes tenían una energía capaz de proteger a la comunidad o repeler fuerzas negativas.
Decolonizar la menstruación significa cuestionar las narrativas dominantes que perpetúan desigualdades y rescatar saberes ancestrales que la celebran como una experiencia humana digna de respeto. Este enfoque nos invita a:
Eliminar estigmas y promover la educación menstrual.
Garantizar acceso justo y sostenible a productos menstruales.
Adoptar un enfoque inclusivo que reconozca a todas las personas menstruantes.
Hoy, les invito a que nuestra misión sea transmitir a las nuevas generaciones el poder y el significado que queremos darle a este proceso fisiológico inevitable. La menstruación es mucho más que una función biológica; es una oportunidad incluso para promover la equidad de género.
Reivindiquemos la menstruación como una experiencia humana llena de respeto, visibilidad y justicia. 🌕✨


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